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miércoles, 24 de noviembre de 2021

Desde la tierra de los vivos les escribo

Abraham Martínez Martínez

03/11/2021

Tenía 7 años cuando visité por primera vez un panteón o cementerio. Recuerdo cómo las personas iban y venían con grandes cantidades de flores y cruces por todos lados. Mi abuela había fallecido, un momento trágico en mi vida. Recuerdo decirle a mi madre “Sí Dios fuera tan bueno como dicen que es; ¿Por qué se llevó a mi abuela?” A lo que mi madre me respondió tranquilamente “la muerte es parte de la vida, cuando llega el momento de morir; debemos recibir a la muerte de forma tranquila. Debemos recordar a nuestros difuntos, y rendirles tributo con lo que más adoraron en vida.”

El lunes 1 de noviembre del 2021 los habitantes del pueblo de Coatepec, Veracruz llegaron al tiempo del mediodía para llevar las ofrendas, flores y demás a sus difuntos sepultados en el recinto. Por primera vez en la historia de Coatepec, fieles a la Santa Muerte se encargaron de levantar un arco decorativo por el día de los muertos en la entrada del panteón municipal. Dicho arco fue construido con el formato tradicional acompañado de flores naranjas de cempasúchil, flores magenta de garra de león, ramas tinajas y semillas de todo tipo las cuales formaron a la muerte. Muchas personas alrededor del lugar presenciaban el desfile de los fieles a la Santísima Muerte, Guadalupe Martinez Sanchez una habitante del lugar expresaba que era una falta de respeto a la celebración del día de muertos exponer un arco de este estilo… “me parece que la gente se pierde en sus religiones y piensa que puede venir a imponerlas en donde se les dé la gana” exclamaba la señora.

Por otro lado, las personas en los diferentes puestos de flores fuera del panteón se mostraban animados e impactados por el buen trabajo de los fieles a la muerte. El buen trabajo artístico de los involucrados y la gran cantidad de música y baile, hicieron que el Día de los Muertos se mostrará como en realidad es, una fiesta.  


Al interior del  panteón se podía ver claramente las numerosas familias llegando con sus diferentes ofrendas para sus muertos. Era interesante ver como llegaban acompañadas con grupos musicales como mariachis y tríos musicales. Podía alcanzar a oler la tierra del panteón, los constantes sonidos insistentes de los limpia tumbas “¿necesita que le arreglemos a su familiar?” “le limpiamos sin compromiso jefa/e” al igual que los rezos hacia los difuntos.

La luz dura provocada por el sol al igual de un cielo azul y de unas cuantas nubes alrededor hacía que las personas pudieran estar tranquilas de estar caminando alrededor del panteón. Félix Mata una señora de la tercera edad comentó “gracias a Dios que se nos prestó el día, luego hay ocasiones en las que se viene la lluvia y es imposible venir a ver a nuestros muertitos”

Los largos pasillos del panteón acompañados de las diferentes formas y estilos de epitafios y tumbas alrededor, provocan una sensación de intriga y misterios. Muchas de las lápidas encontradas en el recinto se hallaban en mal estado, mientras que otras tumbas que se mostraban increíblemente limpias las opacaban con sus increíbles diseños y colores. Sin embargo, lo que en verdad llamaba la atención al estar en el lugar, eran las tumbas más famosas. Tumbas que en sus epitafios marcaban fechas longevas que datan de los años 1830 a 1880, una tumba donde fue fusilado un ex general candidato a la presidencia municipal del bando anti reeleccionista, hasta la tumba más alejada de todas las tumbas que es de la poeta, novelista, pianista, dramaturga y nominada al premio nobel de literatura, María Enriqueta Caramillo.


El día de muertos en Coatepec se mostró diferente este año, una forma de ver más allá de una sola ideología, la inclusión de la Santa Muerte puede incomodar a muchas personas. Sin embargo, es un paso adelantado para las siguientes generaciones donde deben aceptar que en esta vida debemos ser respetuosos. Sino abrimos nuestra mente no podemos progresar en esta vida, pero podríamos progresar en la siguiente. El Día de Muertos en el panteón de Coatepec me ha dejado un gran sabor de boca, no solo por lo tradicional, sino porque en cualquier parte donde nos encontremos habrá historia. Personas importantes que alguna vez fueron referentes en sus pueblos han sido olvidados por la mayoría de sus paisanos y eso no puede ser así. Coatepec es un pueblo lleno de historia y de personas que tienen algo que contar y algo que dejar cuando pasen a la siguiente vida.

La vida es prestada, debemos aprovechar cada momento de nuestra vida y agradecer siempre el tener un día más de vida.

Y dime; ¿a ti cómo te gustaría que te recuerden? 




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