Autor: Marissa Sofía Carreño González
La pandemia de COVID-19 que empezó en Marzo del 2020 fue lo que paró al mundo entero en sus actividades o vida diaria. Puesto que el famoso virus estaba acabando con muchas vidas a su paso, es por eso, que las personas se aislaron los primeros meses de la pandemia para no contraer el virus e infectar a familiares o personas cercanas.
Sin embargo, después de casi dos años de pandemia, la población mexicana cree que es prudente seguir con sus vidas normales solo porque ya tienen sus dosis de vacuna, pero eso no los hace inmunes. Los adolescentes, que son los que actualmente están dando más “positivo”en sus pruebas de COVID en el país, son también quienes más frecuentan salir a antros, bares, fiestas, reuniones, etc.
Con el fin de divertirse entre la ola de gente que se reúne en los lugares y pasar un buen rato, los adolescentes, la mayoría de las veces olvida las medidas que existen para no contraer el virus, por ejemplo: el uso de cubrebocas en todo momento. Y la más difícil de mantener para ellos, la famosa “sana distancia”.
Parte 1: Los jóvenes obtienen sus dosis de vacuna.
En la ciudad de Xalapa, Veracruz. Las primeras dosis de Pfizer se dieron en las fechas del 25 al 29 de agosto del 2021, en el rango de edades entre los 18 y 29 años. Los jóvenes se reunieron en distintos puntos de la ciudad para poder adquirir sus respectivas dosis. Y la aplicación de segundas dosis se realizó del 04 al 08 de octubre del mismo año.
Muchos de los que acudieron ya tienen las dos dosis de Pfizer, mientras que en alrededores de la capital, se ponen vacunas como CanSino, que tiene un diferente nivel de protección a la Pfizer pero que sin embargo, gente de los pueblos fuera de la ciudad se vacunan la CanSino.
“Ya tengo las dos dosis de la vacuna Pfizer que me aplique el 25 de agosto del año pasado, tuve efectos pero se que es para que podamos seguir saliendo sin que nos pegue tan fuerte”, dijo un joven.
Parte 2: Personas cercanas que tuvieron el virus y medidas de sanidad
“Hace como tres meses mi abuela dio positivo a COVID, afortunadamente lo superó con apoyo de la familia”, dijo una joven. Ya que en inicios de la pandemia decían que los adultos mayores eran los más propensos a contraer COVID. “Un tío, una prima y el novio de mi hermana; los tres ya tuvieron y estuvieron aislados y ya salieron de su cuarentena”, cuenta otra joven su experiencia con conocidos.
“Cuando se trataba de comida lo poníamos en una charola con platos y cubiertos desechables y con un palo lo empujábamos hasta la puerta de su casa”, narra un joven. Ya que las familias para no contraerse hacen estas técnicas para poder seguir ayudando a sus seres queridos en su enfermedad.Aunque la gran mayoría seguimos cuidándonos con las famosas medidas de sanidad, otros ya no lo siguen haciendo, qué son: mantener la distancia, lavarse las manos frecuentemente, uso de cubrebocas, evitar tocar la cara con las manos sucias cuando estamos en la calle, etc.
“Siempre que salgo a cualquier lugar uso mi cubrebocas y en mi mochila siempre portó un gel antibacterial o si se me olvida en los lugares siempre te proporcionan”, dijo un joven. Si bien es cierto que en los lugares te ofrecen gel, también les falta el hábito de lavarse las manos constantemente y más si estás en un lugar público. “Si bien es cierto que tomó otras medidas, el que no frecuento es el lavado de manos y sé que está mal”, contó otra joven.
Parte 3: ¿Porque siguen saliendo a antros, bares y/o reuniones aunque siga la pandemia?
“Yo creo que es más por el querer relacionarse con las personas. Sentir tantito que no esté pasando nada, aunque esté pasando algo muy grave y que posiblemente lo que estemos haciendo tenga muchas consecuencias.”, cuenta una joven.
Otro joven asegura que: “Aprendimos a vivir con el virus y para ser realistas todos tenemos la misma probabilidad de contraerlo, puedes contraerlo yendo a trabajar, yendo a un centro comercial, de cualquier manera, no solo yendo a un antro. Porque absolutamente todos, quiero atreverme a decirlo, en el mundo que todos han salido a alguna fiesta o comida familiar.”
El nivel de gente que ahora acude más a los antros o bares, muchas veces se ven obligados a abandonar el recinto por los policías ya que el exceso de personas en un lugar suele ser de manera irresponsable y sin las medidas de sanidad.
Aunque no hay como tal datos certeros de los casos de COVID en los adolescentes de manera oficial, están en las redes sociales donde exhiben de manera pública que tienen el virus y que les dio apenas iniciando este año o a finales del pasado, cosa alarmante que se debería de alarmar a la demás población.“Ya mero me voy a andar encerrando por el COVID cuando hay muchas personas saliendo, no me voy a quedar encerrada viendo como unos disfrutan y yo no. Y si me toca la enfermedad ya ni modo, hay que salir a divertirse”, cuenta una joven.
Si vamos de la mano con cuidarnos pero a la vez divertirse no hay nada de malo, pero sin abusar de las medidas que pueden salvar vidas. Los adolescentes llegan con sus cubrebocas a los lugares, pero dentro de ellos, se les olvida su uso y bailan pegados unos a otros ya que el espacio queda corto porque muchas personas acuden a esos lugares.
“Estás por entrar a un antro y te ofrecen gel, bueno, ya ni eso te dan luego”, cuenta una joven. Ya que lo que hacen los jóvenes es seguir una vida normal, sin lo propio que hay que hacer, muchas de las veces, como es normal en fiestas o bares, se besan con gente desconocida; gracias a ello pues pueden contraer el virus ya que no se sabe si estaba infectado, cosa que es alarmante para la población.
Otra joven dice: “A veces encuentro a familiares, amigos y demás, y pues los saludo y los abrazo. En esa cuestión soy un poco descuidada, porque se supone que no deberíamos abrazarnos”.
Parte 4: ¿Los jóvenes seguirán acudiendo a lugares pese a que les de COVID por estar saliendo en exceso?
“Pues obviamente entraría mucho más en conciencia, cuidaría con quien me rodeo también y trataría de no ir a lugares con mucha gente”, confesó una joven.
Los adolescentes confiesan que si les da COVID cambiarían su forma de ver la pandemia, que marcaría un antes y un después en sus vidas. Todo esto pensando que como solo se les había estado dando a mayores de edad o solo adultos de un rango joven, los mismos no tendrían problemas y que no les pasaría nada.
Un chico dice: “Me cuidaría más, porque no me gustaría que infecte a más de mi familia. Y solo así ya no saldría a fiestas ni nada, donde corra más riesgo de contagiarme”.
Parte 5: Final
Los jóvenes desgraciadamente seguirán acudiendo a lugares llenos de gente tales como lo son antros y bares, desatando esto una nueva posible ola de contagios en el país. Y todo esto por querer vivir la vida como si fuera normal, cosa que aun no estamos al 100% seguros de hacer. Divertirse y disfrutar no es ilegal, pero siempre y cuando sean con las medidas adecuadas de sanidad.
Hace falta más pláticas sobre lo que es el COVID y también sobre la nueva variante que se está dando en el país, Omicron, una variante del mismo coronavirus. Los jóvenes tienen que entender que es un tema delicado y que puede afectar a terceros.
De acuerdo a la página de “Datos COVID México” actualmente tiene mayor número de contagiados entre los 20 y los 34 años de edad, donde en su mayoría son casos ambulatorios. Hay un total de 4,136,440 positivos; 7,999, 547 negativos y alrededor de 597, 355 casos sospechosos. Tenemos un total de 300, 412 de defunciones; 3, 353, 723 personas se recuperaron.
“La verdad seguiría saliendo, si me da COVID, pues ya de que me curo y todo. Soy una persona que le vale, seguiría saliendo, de que solo es el susto cuando te da, de que ya se te pasa y pues a seguir saliendo. No me voy a andar encerrando por el COVID, hay que salir, disfrutar la juventud. Pero a veces si me pongo a pensar de que ya se está poniendo feo el asunto, a veces si me da la conciencia de pensar de que ya no debo salir. Pero me vale, soy adolescente y tenemos que salir”, contestó esto último una joven. Dejando a pensar sobre lo que realmente piensan los adolescentes y lo que estas decisiones suyas pueden ocasionar.