Autor: Ariadna Amor.
La aparición de las redes sociales hizo cambios en nuestro mundo, actualmente son parte del día a día de muchos, pero junto con estos una inevitable afección a los jóvenes, quienes son un tanto más vulnerables que los adultos.
El comportamiento de estos chicos en su vida cotidiana es evidente, hoy en día son cada vez más pequeños los que ingresan sus datos a una red social, con tal de estar en sintonía con compañeros y amigos, incluso desde antes de los 15 años, son muchos los que ya cuenta con acceso a las redes, volviéndose parte esencial de la vida de los adolescentes y niños.
Redes sociales como Facebook, Instagram, Whatsapp, YouTube, Pinterest, etc. son las más populares entre los chicos de 12 a 20 años, si bien, no todo es malo, ya que gracias a estas las chicas y chicos tiene la posibilidad de crear su identidad y poder comunicarse con otros y de esta manera construir vínculos sociales, en donde desarrollen gustos en común, experiencias, y un lugar donde entretenerse y expresarse, pero, ¿en qué punto las redes sociales se volvieron peligrosas para los más jóvenes de la familia?
Sí, las redes sociales son divertidas, y proporcionan una conexión significativa entre compañeros y contactos. Sin embargo, pueden afectar desde convertirse en una distracción, alterar el sueño, rumores falsos, la intimidad sea expuesta, presión grupal o tener una concepción poco realista de la vida de otras personas, como lo son los creadores de contenido.
Principalmente, el tiempo que se le dedica a las redes sociales, es el mayor enemigo contra la salud mental, debido a que la forma en que los adolescentes le dan uso a las redes determina una influencia emocional que se puede ver afligido.
En nuestra era, Facebook, Instagram y actualmente TikTok son una adicción, tanta como para otras generaciones lo fue la nicotina, el alcohol y la cafeína. Uno de los principales motivos para que aumentara el uso de estas aplicaciones fue la pandemia, con un porcentaje tan alto de casi el 55% de acuerdo con la Universidad Panamericana.
Las redes como influencia en los grupos sociales de hoy en día.
Y es que este tema, nos lleva a preguntarnos, ¿si realmente las aplicaciones han influido en el comportamiento de los jóvenes y niños? “Creo que muchas veces influye de manera positiva, ya que como dije descubren cosas que les gusta. Relacionan el comportamiento que tienen gracias a ello, y también que es más libre lo que uno pueda hacer con sus redes, cosa que muchas veces no se puede hacer en la vida real por miedo a las críticas.” dijo una alumna de la Licenciatura de Comunicación en la Universidad de Xalapa.
Cada generación tiene sus pros y sus contras, así como los chicos de los años 80's tenían mucha atracción por las discos y la música tan movida de aquellos años, o los jóvenes de los 2000, quienes querían estar en “onda” con los walkman, tamagotchis o los primeros celulares, esta generación y parte de las anteriores dan un cambio radical, gracias al avance de la tecnología, y con la aparición de las apps, buscando consolidar su propia identidad y personalidad.
Los chicos, en su mayoría, pasan horas frente a la pantalla del celular, es tiempo, es fundamental para recibir y dar “me gusta” en fotos, comentarios, fotos de otras personas, y amigos, y lo que la convierte en una red es que hasta puedes llegar a interactuar con los amigos de amigos que no conoces, esta actividad junto con la de ver el feed diario de Instagram y repartir corazones a toda publicación que se cruce en nuestros ojos son actividades del día a día de la generación Z y los millennials.
“Eh, más que una influencia, se ha vuelto una necesidad, y esa necesidad tiene a mis hijos pegados desde que abren los ojos hasta cuando van al baño, ya mero mis papás me iban a dar la libertad de pasearme con un aparato por ahí, yo jugaba y vivía mis años, los aproveche…estos solo los pierden y que feo eh, pero ¿que les digo?” dijo la madre de dos jóvenes de 13 y 16 años.
Beneficios y riesgos de las redes sociales.
Las redes permiten tener comunicación con cualquier persona, sin importar las distancias, dan la oportunidad de entretenerse y expresarse “libremente”, funciona también para hacernos recordar eventos actuales, mostrar y conocer infinidad de temas. Gracias al contacto que crean, hay estudios que demuestran que el ser divertidas y diferentes logran ayudar contra la depresión, aunque más adelante esto no suene tan creíble.
De acuerdo con Guadalupe, alumna de comunicación considera que “Desde mi perspectiva, diría que demasiado, hoy en día los jóvenes nos comunicamos por ahí y es nuestra manera de ser libres de una cierta manera”.
Y claro, no todo es malo, pero sí es fundamental el saber darle el uso a este medio de comunicación, pues tambien se corren riesgos como la vigilancia masiva, la influencia política, y la polarización de las cuentas, el ciberbullying, grooming, sexting, al ser usado de manera cibernética, provoca más vulnerabilidad.
“El robo y manipulación de la información personal que está vertida en en un aparato con internet, junto con la información falsa, páginas inapropiadas y miles de personas peligrosas que usan las redes sociales para tomar ventaja de personas.” Estudiante de Derecho, menciona que los riesgos más populares de las redes son estos.
Facebook, Instagram y TikTok, ¿a favor o en contra de la autoestima?
Se sabe que la autoestima es aquella aceptación que tenemos hacia nosotros mismos, así mismo, algo natural es la búsqueda de la aceptación por parte de algún grupo al que estamos interesados en pertenecer. Pero esta misma, se encuentra en una montaña rusa con los jóvenes, debido a las redes sociales, un tanto es culpa de la idealización que se tiene de alguien o algo.
Es frecuente que haya comparaciones con el resto, ya sean amigos, familiares, compañeros de clase o trabajo, y aquí el botón de “me gusta” y los corazones son los principales candidatos que hacen que los chicos y chicas caigan en fijaciones por la cantidad que haya de estos en las fotos, publicaciones, pensamientos, opiniones que sus allegados hagan.
Así mismo, los creadores de contenido, antes conocidos como influencers, provocan también inseguridades, el solo mostrar la cara alegre de la vida, y la constante demostración de la vida “ideal”, han repercutido negativamente en gran cantidad de niños y adolescentes.
La imagen corporal, la gestión de emociones, el control de impulsos, como la ira, tristeza o furia, son evidentes. La superficialidad, es un as bajo la manga de las redes, también se vuelve alarmante el hecho de que los niños y jóvenes lleguen a decir que tienen problemas de inseguridad en es aspecto físico, considerándose “gordos, feos o torpes”.
A continuación, se muestran dos opiniones distintas de una chica de 18 años y un varón de 15 años:
- “Por una parte me han afectado ya que la mayor parte de mi tiempo la dedico a las redes sociales, es mi manera de distraerme pero también hacen que me sienta es lanzada a estar ahí y no salir, es aquí en donde afectan mi manera de actuar y pensar, ya nada es tranquilidad, todo es pensar si alguien más ya reviso mis redes sociales” menciona Damaris de 18 años.
- “Me han beneficiado la forma de ser y pensar. Porque claramente yo pensaba que lo que estaba en mi cabeza o como actuaba estaba mal, hasta que vi en redes que cada persona es diferente, y que puedes compartir gustos con alguna persona de otra parte” dijo Óscar de 15 años.
Y es que este tema, abarca una gran cantidad de problemáticas, que ni el propio ser humano va a poder detener, pues ya con el paso del tiempo las redes sociales se anclaron y seguirán haciéndolo. Pero, el hecho de buscar alternativas, que permitan que la vida de las futuras generaciones sea más armónica y no tan dependiente de un “¿Que dirán?” empieza a partir de nosotros demostrar el cambio.
Si vemos actitudes y comportamientos extraños en los más pequeños de la casa, podemos intentar brindarles apoyo, el desarrollo de los niños y jóvenes debería ser en un ambiente en donde esté abierto el diálogo. Esa función protectora da un paso a un adolescente sano, que no tenga más problemas con respecto a su físico, al caer en comparaciones, arranques de odio o en casos extremos autolesiones.
Al igual que la familia, la amistad es un ámbito primordial que ayuda a definir mucho a los chicos, un vínculo que en ocasiones se vuelve un espejo, en donde miramos la idoneidad de las acciones o nuestra forma de ser; la comunicación, en ambas partes es importante, para que los canales de autoconstrucción no logren hacer ver afectado a nadie, pero ya en casos que se salga de nuestras manos, intentar ofrecer llevar con un profesional, siempre es la opción más viable ante ciertos arranques.
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