Abraham Martínez Martínez
20/11/2021
“Un soldado en cada hijo te dio”. Uno de los versos más poderosos del himno nacional mexicano. Un verso que no solo representa la valentía de cada mexicano en el país; sino la historia de aquellos civiles que se convirtieron en soldados para llevar al país a la libertad. Desde niños nos han inculcado a tener un profundo respeto a los héroes de nuestra nación. A las mujeres, hombres, niñas y niños que arriesgaron su vida durante la guerra, son ejemplo de aquel verso poderoso.
A las 10 a.m. del 20 de noviembre del presente año, en la explanada de la Plaza de la Constitución en la Ciudad de México, se llevó a cabo la celebración nacional del centésimo décimo primer aniversario de la Revolución Mexicana.
El presidente y comandante supremo de las fuerzas armadas de México Andrés Manuel López Obrador, junto a su esposa, la primera dama Beatriz Gutiérrez Mueller aparecieron frente a todo el pueblo de México para comenzar el evento. El presidente López Obrador con la mano derecha en la cabeza, saludó con patriotismo al lábaro patrio que era sostenido por soldados del Heroico Colegio Militar. Por consiguiente, el presidente junto al general secretario de la defensa nacional y el almirante secretario de marina procedieron a hacer el pase de lista de todas las fuerzas armadas presentes en el desfile, donde la banda musical monumental entonó la marcha de revista presidencial.
Al término del pase de lista, el presidente se dirigió a reunirse con todo su gabinete presidencial que se encontraba presente. Al incorporarse, la maestra de ceremonias del evento procedió a dar la indicación a la banda de guerra para entonar el himno nacional en muestra de respeto al presidente de la república. Al finalizar, una escuadrilla de 9 aviones de la fuerza área mexicana desplomaron en el cielo los colores de la bandera nacional.
Seguido del gran espectáculo, el presidente López Obrador otorgó su reconocimiento a militares, civiles y deportistas olímpicos quienes tuvieron un gran desempeño laboral por el bien político, militar, social y deportivo del país. Fueron un total 14600 civiles condecorados, mismos que se conformaban por 1800 mujeres y 12800 hombres. Por el lado militar, fueron condecoradas 550 mujeres y 3568 hombres quienes ascendieron en sus respectivos puestos.
“Las condecoraciones y ascensos obtenidos, constituyen realización, satisfacción personal, y éxito profesional. Para la familia son un orgullo, y para las instituciones a las que pertenecemos son certeza de contar con capital humano comprometido y preparado para servir a la patria con disciplina, honor, lealtad y profesionalismo”, expresó el secretario de la defensa nacional Luis Cresencio Sandoval González.
Al término del discurso del secretario de defensa nacional, el presidente López Obrador tomó la palabra. El presidente procedió a contar sobre las tres transformaciones más grandes del país: la Independencia, la Guerra de Reforma y la Revolución Mexicana. El presidente, con una lectura sencilla, comenzó a contar la historia sobre la Revolución Mexicana, narrando los sucesos que provocaron dicha Revolución al igual que la narración histórica sobre el Plan de San Luis creado por Francisco I. Madero el 6 de noviembre de 1910.
Imagen: FORO tv |
Antes de llegar al final de la narración histórica, el presidente López Obrador expresó: “El soldado es pueblo uniformado, y por eso nunca traicionará a su gente, nunca traicionara a la libertad, la justicia, la democracia, nunca traicionará el soldado mexicano a la patria” seguido de esto, el presidente como es su costumbre, entonó con ferviente emoción los nombres de los héroes revolucionarios finalizando con el grito de viva México.
Minutos después, los maestros de ceremonia invitaron a todos los presentes a presenciar con gozo las representaciones de pasajes históricos de la revolución mexicana. Por lo que, momentos después, se entonó el toque militar de Botasilla. Las trompetas sonaban al mismo tiempo que los diferentes escuadrones se replegaban.
Terminando la entonación militar, la representación teatral y narrativa sobre la Revolución comenzaba. Los diseños de vestuario y escenografías mostraron correctamente como era México en el siglo XX.
La narrativa de los maestros de ceremonias provocaba una emoción incontenida. El momento en que un actor representaba la imagen de Francisco I. Madero mostraba una imagen excelente del personaje histórico, mostrando el momento donde Madero convocó a los mexicanos a levantarse en armas y, por consiguiente, la liberación de Ciudad Juárez. Poco después se reuniría con Villa y Zapata
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