Autor: Guadalupe Navarro Santamaría
El zócalo de la Ciudad de México fue testigo de todo lo que ocurrió en el 111 aniversario de la Revolución Mexicana. La bandera de México se encontraba resplandeciente y contrastando con el despejado cielo que recibía con un trompetazo al presidente Ándres Manuel López Obrador acompañado de su esposa Beatriz Gutierrez Muller. Ambos agarrados de la mano y en dirección hacia lo que sería el inicio de la conmemoración.
Mientras, su esposa tomaba camino hacia los asientos de los altos mandos. El presidente se dirigió junto con el General Secretario de la Defensa Nacional y el Almirante Secretario de Marina a un automóvil en el que pasarían revista de las tropas que desfilarían para todo México. Una vez instalado en la camioneta, tomaron rumbo y de manera nada apresurada observaban las diferentes estaciones de lo que sería la historia de nuestro país contada en el desfile.
Los colores de la bandera junto con la música de las trompetas y tambores, contrastaba de una manera armónica a la par de los vestuarios y ambiente que emanaba no solo las personas sino los vestuarios de las tropas. Además una vez que AMLO había terminado de observar junto con los generales a todas aquellas personas que iban a desfilar, pasó a instalarse en el lugar en donde se encontraban las figuras más importantes de México.
Posterior a esto, el Himno Nacional se hizo presente. Era notorio cómo las personas se emocionaron al escuchar esto, ya que se veía que a lo lejos, muchos mexicanos ponían su mano en el corazón como símbolo de amor al país. Incluso hubo un momento durante la melodía en el que 9 aviones de las Fuerzas Aéreas Mexicanas formaron la bandera Mexicana ya que emitieron estelas de colores verde, blanco y rojo.
Asimismo, se dio pauta para que los conductores presentarán al gabinete de Andrés Manuel, entre estos se encontraban, el Secretario de la Defensa Nacional, el Secretario de Marina, el Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, la Presidenta de la Cámara de Senadores, el Secretario de Relaciones Exteriores, la Jefa de Gobierno, la Secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, el Secretario de Gobernación, la Secretaría de Cultura, la Secretaría de Educación Pública y el Comandante de la Guardia Nacional.
De igual manera, el presidente otorgó reconocimientos al Secretario de la Defensa Nacional y al Secretario de Marina. Además se entregaron insignias a varias tropas y generales. Todo esto duró aproximadamente quince minutos. En ese transcurso el clima se notaba a la par de la celebración y los aplausos inundaron de felicidad al Zócalo Capitalino. Cuando la entrega de reconocimientos terminó, los navales comenzaron a tocar sus instrumentos para dar pie al discurso de Luis Cresencio Sandoval Gonzalez, Secretario de la Defensa Nacional.
“Las condecoraciones y los acentos obtenidos constituyen realización, satisfacción personal y éxito profesional, para la familia son motivo de orgullo y para las instituciones a las que pertenecemos son certeza de contar con capital humano comprometido y preparado para servir a la patria con disciplina, amor, lealtad y profesionalismo. Tengan presente que México espera mucho de sus soldados, marinos y guardias Nacionales y la mejor forma de corresponderles es con trabajo eficiente y eficaz ” dijo el Secretario de Defensa.
Después el Presidente dió un discurso, el cual duró aproximadamente media hora. En este acentúo el movimiento de Independencia, la creación de una Nación Soberana así como del Movimiento de Reforma y cómo el país logró derrotar al ejército Francés. Además con emoción dijo “La Revolución de 1910, es la transformación más popular y profunda que se haya registrado en nuestro país, tengamos en cuenta que desde la Independencia y durante todo el siglo XIX la estructura de dominación colonial permaneció prácticamente inalterable”
Con un “Viva México” Andrés Manuel dió inicio a la representación de pasajes históricos de la Revolución Mexicana. Las tropas comenzaron a tocar las trompetas y a marchar por todo el Zócalo de manera armónica. Con esto los acontecimientos derivados de la publicación del decreto número 1421, la promulgación del Plan de Guadalupe y la firma de los Tratados de Teoloyucan tomaron lugar. Los actores estaban interpretando todo lo que se vivió en la época del Porfiriato y portaban trajes representativos.
Además, dos narradores se encontraban contando toda la historia y la música acompañaba todas las actuaciones. En un momento de la interpretación, apareció Madero acompañado de su historia y lo que hizo en pro de México. A partir de aquí la tercera transformación fue mencionada. Incluso carteles con frases como “Sufragio efectivo, no reelección” o “Viva Madero” eran llevados en manos por los actores. También el Plan de San Luis tomó lugar así como el Movimiento Maderista, de la mano de Francisco Villa y Pascual Orozco.
En un momento salió Porfirio Díaz, se notaba como el clima caluroso hacía que las actuaciones resultaron mejor, ya que las narraciones hacían armonía con el ambiente. La historia de México continuaba, los espectadores gritaban de emoción e incluso caballos tomaban protagonismo. Todos gritaban“Viva México” y así la participación del Ejército, la Fuerza Aérea Mexicana y Guardia Nacional concluyó.
Después la música cobró vida y la cantante María Inés Ochoa, el corridista Francisco Ocampo así como otros deleitaron al público con canciones y bailes típicos de México. También el desfile de carros alegóricos estuvo presente en las calles y helicópteros pusieron en alto las banderas mexicanas y a la bandera constitucionalista.
Finalmente, el General de División del Estado Mayor, le dió al Presidente, un informe de todo lo ocurrido. Con aplausos, gritos de orgullo y el Himno Nacional interpretado por todo el pueblo Mexicano hilado de la mano con Andres Manuel despidiéndose de la bandera, la conmemoración llegó a su fin.
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